Después de tres juicios orales y una larga espera de cuatro años y un mes, la justicia finalmente dictó sentencia firme en el caso de Sol Chávez, la joven que falleció por una sobredosis de flúor tras un procedimiento odontológico.
El tribunal condenó a cuatro años de prisión a la odontóloga responsable del tratamiento y a tres años a la química farmacéutica que proveyó el compuesto. Ambas fueron encontradas culpables de homicidio culposo, es decir, sin intención de matar, pero con responsabilidad por negligencia profesional.

A pesar del fallo condenatorio, ninguna de las dos fue inhabilitada para ejercer. El tribunal explicó que esa decisión corresponde al Ministerio de Salud Pública, y no al fuero penal. Este detalle generó indignación en la familia de Sol, que ya presentó denuncias formales ante la cartera sanitaria para exigir que se les retire la matrícula profesional.
La madre de Sol expresó que si bien la sentencia representa un paso importante en la búsqueda de justicia, la lucha no termina hasta que ambas profesionales sean inhabilitadas, evitando así que otras personas corran el mismo riesgo.