En respuesta al asesinato de María Fernanda Benítez, el Gobierno convocó una Cumbre de Poderes del Estado con el objetivo de articular una respuesta unificada y contundente frente a este hecho que sacudió a la ciudadanía. La reunión, que se realizó en Mburuvicha Róga, la encabezó el vicepresidente de la República y encargado de despacho presidencial, Pedro Alliana, y reunió a representantes de los tres poderes del Estado.
Durante el encuentro, se condenó el crimen que cobró la vida de la joven de 17 años en Coronel Oviedo, y se reafirmó el compromiso institucional de garantizar justicia y fortalecer los mecanismos de protección para niños, niñas y adolescentes. Las autoridades expresaron públicamente sus condolencias a la familia de la víctima y a la comunidad afectada, al tiempo que aseguraron que la impunidad no será tolerada.
Uno de los ejes centrales fue la necesidad de avanzar en la articulación entre el Poder Judicial y el Ministerio Público para garantizar celeridad en la investigación del caso y asegurar una sanción ejemplar para el o los responsables.
El ministro de la Niñez y la Adolescencia, Walter Gutiérrez, sostuvo que este hecho debe marcar un antes y un después. “El dolor de su partida debe transformarse en un punto de inflexión. No podemos permitir que hechos como este vuelvan a repetirse en nuestro país”, afirmó tras la reunión.
“Desde el Poder Ejecutivo exigimos justicia, firmeza y una condena ejemplar para los responsables de este deplorable hecho que entristece a todo un país”, expresó por su parte el presidente de la República, Santiago Peña, a través de sus redes sociales.
Desde el Gobierno se comprometieron a impulsar una agenda conjunta entre las instituciones, con el objetivo de fortalecer las políticas de prevención, atención y sanción de la violencia contra la niñez. La decisión política, aseguraron, es avanzar hacia un país donde el derecho a vivir sin miedo sea una garantía real para cada niña, niño y adolescente.