Frente al incremento de enfermedades respiratorias en todo el país, las autoridades sanitarias instan al uso del tapabocas en centros asistenciales, como medida preventiva clave para reducir la transmisión de virus. La alerta se produce ante la creciente demanda de atenciones médicas por afecciones virales como influenza, virus sincitial respiratorio y rhinovirus, entre otros.
El Ministerio de Salud Pública, a través del Programa Nacional de Prevención, Vigilancia y Control de Infecciones Hospitalarias, recordó que el tapabocas, correctamente utilizado, actúa como barrera frente a los aerosoles que se generan al hablar, toser, gritar o estornudar, contribuyendo así a evitar nuevos contagios, especialmente en ambientes con gran circulación de personas.
Las medidas contemplan el uso de mascarillas para:
- Pacientes con síntomas respiratorios.
- Familiares o acompañantes que se encuentren en salas de urgencias, consultorios, laboratorios, internaciones o salas de espera.
- Profesionales sanitarios que prestan atención directa a pacientes, ya sea en hospitales o unidades periféricas.
A su vez, se recomienda mantener áreas diferenciadas dentro de los hospitales, con la separación zonas de atención respiratoria del resto para minimizar riesgos de exposición cruzada.
Medidas de higiene y prevención complementarias
Las autoridades sanitarias recalcan la importancia de continuar aplicando hábitos de higiene que han demostrado ser efectivos:
- Lavado frecuente de manos con agua y jabón, o uso de alcohol al 70 %.
- Ventilación periódica de ambientes cerrados (mínimo 10 minutos cada hora).
- Higiene respiratoria: Cubrirse con el codo al toser o estornudar y desechar los pañuelos tras su uso.
- Desinfección constante de superficies de contacto frecuente.
- Vacunación contra enfermedades respiratorias estacionales, en especial para personas en grupos de riesgo.
Desde la cartera de Salud recuerdan que estas medidas deben mantenerse incluso en personas sin síntomas, como forma de proteger a quienes tienen mayor vulnerabilidad, especialmente niños pequeños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas.
La aplicación de estas acciones simples pero efectivas puede marcar la diferencia durante los meses de mayor circulación viral, contribuyendo a reducir la presión sobre el sistema de salud y a cuidar a toda la comunidad.
