El Gobierno argentino inicia la “Operación Julio Argentino Roca” con el envío de 10.000 militares a zonas limítrofes con Bolivia, Paraguay y Brasil. Los soldados podrán detener civiles en casos de flagrancia.

El Gobierno argentino confirmó el despliegue de 10.000 efectivos militares en las fronteras norte y noreste del país, en el marco de la denominada Operación Julio Argentino Roca. Los uniformados estarán distribuidos en zonas limítrofes con Bolivia, Paraguay y Brasil, y tendrán autorización para realizar detenciones transitorias de civiles en caso de flagrancia, según lo anunciado por el ministro de Defensa del país vecino, Luis Petri.

El funcionario explicó que las leyes vigentes permiten a las Fuerzas Armadas reforzar la seguridad en zonas fronterizas y que la figura de de de detención en flagrancia está contemplada en los códigos procesales tanto provinciales como nacionales. La operación iniciará oficialmente la próxima semana, según medios del país vecino.

En una primera etapa, los militares operarán en zonas rurales alejadas de centros urbanos y de los pasos fronterizos internacionales oficiales, con el objetivo de recabar información estratégica para la defensa nacional y reforzar la seguridad terrestre, fluvial y aérea.

Desde el Gobierno del presidente Javier Milei se sostiene que la presencia militar busca combatir el crimen organizado y garantizar la soberanía en zonas consideradas críticas por su vulnerabilidad.

Por su parte, el ministro de Defensa Nacional de Paraguay, Gral. EJ (R) Óscar González Cañete, confirmó que tras una reciente reunión con su par argentino en Clorinda, se acordó una cooperación bilateral en tareas de inteligencia militar. Aclaró, sin embargo, que desconoce la cantidad exacta de militares que serán destinados a la frontera con Paraguay, aunque sí se encuentra al tanto del avance del operativo.