A un mes de la renuncia del primer ministro de Haití Ariel Henry, la violencia crece a pasos agigantados en el país caribeño con la toma de bandas criminales quienes están derivando al “caos” a esta nación. La dimisión de Henry se había oficializado el pasado 11 de marzo del presente año, lo hizo desde Puerto Rico, debido a la vulnerabilidad que representa su presencia, corriendo mucho riesgo ante la falta de garantías en materia de seguridad.

La situación es catastrófica, afectando la economía y generando alto grado de “hambruna”. En medio de la pavorosa situación, un artesano de nombre Samson Dorsena expresó: “Estoy en la calle desde las seis de la mañana, no he vendido nada, no hay clientes, la gente tiene miedo de salir”

Además, lamentó la terrible actualidad en la que se encuentra, nunca antes experimentado: Nunca había vivido una situación como esta, solíamos vivir situaciones complicada, esta vez es peor, duro golpe para nosotros”. También manifestó su preocupación Charles Jean Wilderson, empresario de 38 años: “Quedarse ya no es una opción, ahora, cuando hay un secuestro y una banda se atribuye la responsabilidad, ya no podemos aconsejar a los jóvenes que se queden, un joven que se va hoy tiene razón”.

Según la organización Red Nacional de Defensa de Derechos Humanos (RNDDH), entre enero y marzo se ha computado asesinatos de más de 200 personas, dentro de este dato aparecen 13 policías. Además de resultados fatales, 158 resultaron heridas y se ejecutaron más de 5 ataques armados en ciudades como Beudet, en Croix-des-Bouquets, Bel-Air, La Saline, Pernier y Ganthier.

Otro de los sucesos más crueles es que 64 mujeres y niñas fueron víctimas de violencia sexual, incluidas violaciones colectivas. Los casos van en aumento con asaltos a 83 instituciones y/o comercios privados y públicos, provocando actos vandálicos, incendios en Puerto Príncipe y municipios vecinos, 19 comisarías de policía atacadas, 5 juzgados de paz y un tribunal de primera instancia.

El informe de la oficina de Derechos Humanos de la ONU dicta lo siguiente: “La corrupción, la impunidad y la mala gobernanza, combinadas con el aumento de la violencia de las pandillas, han deteriorado el Estado de derecho y han llevado a las instituciones estatales al borde del colapso”. En tanto, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) advirtió: “Al ritmo actual, se podría desembocar a la falta total de reservas de alimentos y las proyecciones son para finales de abril.

Hay una cierta esperanza que surge desde el pasado 9 de abril, donde líderes políticos lograron un acuerdo para formar un Consejo Presidencial de Transición por 22 meses tras la salida de Henry. Las bases de este cuerpo colegiado se asientan sobre: seguridad, reformas constitucionales e institucionales y elecciones democráticas.

En total integrarán 9 diplomáticos (siete con derecho a voto y dos observadores), representantes de los principales partidos políticos del país, así como del sector privado y sociedad civil, cuyas funciones correrán hasta el 7 de febrero de 2026. Se espera que el plan tenga éxito, a la espera de que los mencionados sean investidos y así tomar la posta para ordenar el país.