Islandia está tomando medidas ante una probable erupción volcánica debido al aumento en la actividad sísmica y los flujos de lava subterráneos en la península de Reykjanes durante el último fin de semana.

La ministra de Justicia, Gudrun Hafsteinsdottir, ha confirmado la planificación de un extenso dique para resguardar la central geotérmica de Svartsengi, ubicada a aproximadamente seis kilómetros de Grindavik, de posibles riesgos volcánicos.

«Se están trasladando a la planta equipos y materiales que podrían llenar 20.000 camiones», explicó la funcionaria islandesa. La construcción del dique protector alrededor de la central está a la espera de la aprobación oficial del Gobierno. La central produce agua caliente y fría y electricidad para la península de Reykjanes.

La actividad sísmica en el suroeste de Islandia mostró una disminución en tamaño e intensidad el lunes. Sin embargo, la Oficina Meteorológica del país afirmó que el riesgo de una erupción volcánica seguía siendo considerablemente alto.

El riesgo volcánico en Grindavik se mantuvo igual desde el domingo y los residentes pudieron regresar brevemente el lunes para recuperar pertenencias, mascotas y ganado.