Tras una persecución en Itauguá, agentes del Grupo Lince recapturaron a Oliver Lezcano, un suboficial que supuestamente habría sido víctima de un presunto asesinato por parte del “clan Rotela” mientras se encontraba prófugo tras fugarse de Tacumbú en septiembre pasado. Este suceso desencadenó una crisis en el sistema penitenciario.

El viernes pasado se denunció el robo de una camioneta Hyundai Tucson en el barrio Pinozá de Asunción. La camioneta, equipada con GPS, fue rastreada por agentes de la Comisaría 6° Central, quienes, con el apoyo del Grupo Lince, iniciaron una persecución.

La persecución culminó en la ruta Py 02 Mcal. Estigarribia, donde, en el Km 36, lograron detener el vehículo robado. Para sorpresa de los agentes, el conductor resultó ser Oliver Daniel Lezcano Galeano, el suboficial que se había fugado de Tacumbú en septiembre pasado.

El hombre enfrenta una orden de captura por homicidio doloso, emitida por la jueza penal de Garantías de la Capital, Cynthia Paola Lovera Brítez. Se le acusa del asesinato del militar y conductor de Bolt, Líder Javier Ríos Cañete, quien fue encontrado semanas después de su desaparición en avanzado estado de descomposición en el banco San Miguel de la Costanera de Asunción.

La desaparición de Lezcano de Tacumbú estuvo rodeada de contradicciones, inicialmente se sugirió que permanecía dentro de la prisión, luego se especuló sobre su supuesto descuartizamiento por parte del clan Rotela, pero finalmente, Lezcano mismo despejó las dudas al confirmar su estado de vida en un video.